
JC trabaja y yo le acompaño estos días tan calurosos en Madrid. Vivo con un dolor de cabeza latente, por el bochorno, y jornadas muy poco productivas, por la misma razón. La segunda quincena JC vuelve a tener vacaciones y algo podremos salir de este horno infernal. A cambio, en octubre o noviembre viajaremos los días no disfrutados ahora. Lejano me lo fiáis, dice el refrán, pero es la apuesta que hacemos desde que me jubilé y no hay que salir por narices en julio y agosto. Iré contando según vaya la cosa, tras la operación de la segunda rodilla de G, que está programada para el 13 de septiembre.
Tecleo ante mi PC, con el a/a encendido y aun así no es un lugar del todo aceptable para trabajar. Me queda poco de B81 y parece que no termino nunca. Reviso, corrijo y avanzo despacio, lo esperable en estas circunstancias.
Poco más. Me da pereza incluso escribir estas líneas, con lo que así se queda el texto, hasta más ver 😉